viernes, 22 de julio de 2011

OPOSICIÓN POLÏTICA EN BOLIVIA

Fernández Quisbert, Ramiro. “Exégesis de la oposición política en Bolivia”, en Análisis Social, Revista Nº 2 de la Carrera de Sociología, Universidad Pública de El
Alto, El Alto 2011.

Hacer una diagnosis de situación de la realidad política boliviana, en un periodo o coyuntura determinada, entraña una alta complejidad, porque nos obliga ha analizar con detenimiento las relaciones entre las diversas fuerzas sociales y políticas que actúan en el escenario político que se asemeja a un tablero de ajedrez, donde las tácticas y/o estrategias de los contendores, determinan la correlación de fuerzas de un momento históricamente determinado, estas fuerzas sociales que se disputan el poder, la hegemonía, el control de los hilos políticos que les permitirán imponer su orientación, su dirección a la sociedad civil y política del Estado (Zavaleta 1988:20) .
Del impacto del choque de fuerzas muchas veces antagónicas se decanta la posibilidad de control de la sociedad civil y política, donde las fuerzas triunfantes se constituyan en fuerzas oficialistas, apoderándose del gobierno, su aparato administrativo, judicial, ideológico y educativo y las fuerzas derrotadas, constituyéndose en la oposición política al nuevo régimen. Ahora es de reconocer que en el juego político boliviano, un rasgo principal es el del canibalismo político, la confrontación, esa necesidad de destruir al adversario, utilizando las armas más innobles, que hasta Maquiavelo palidecería de la vergüenza, al corroborar que se utilizan sin reparo armas innobles, como la calumnia, la delación, la mentira, la hipocresía, en la búsqueda de dar muerte civil al adversario. En la vida política se ve mucha dinámica, movimientos de militantes que siendo de la oposición pasan a .ser del gobierno o viceversa, fuerzas aliadas que se convierten en opositoras, por ello los análisis que se hacen, muchas veces pueden ser considerados coyunturales, es decir, de momento, púes en la próxima coyuntura, quizá los aliados se hayan vuelto adversarios. Para el análisis de la coyuntura histórica política que vive hoy Bolivia me voy ha concentrar en las fuerzas de oposición al gobierno del MAS, para comprender los aciertos y errores tanto del gobierno, así como de las mismas fuerzas opositoras.
Antes de hacer una exégesis de la oposición es necesario caracterizar el perfil del régimen actual, lo primero que hay que decir, es que este gobierno es, el fruto del juego de la democracia, es legítimo y representativo, pese a ello los últimos años que ha tomado las riendas del país por vías democráticas, aún no ha tomado el poder del Estado, no ha terminado con los actores políticos de la oligarquía y sus intereses, defendidos a ultranza por expresiones radicales de la derecha, no ha bajado la influencia de las transnacionales en la economía, no ha logrado superar el modelo neoliberal, pero además, no ha logrado mejorar la producción y el desarrollo de alguna industria estratégica en el país. Lo que ha logrado en la primera gestión y hasta el momento, es tener un buen manejo de los indicadores macroeconómicos que los economistas neoliberales con total falta de humildad no aceptan .
Otro aspecto positivo es haber logrado una buena cobertura en sus programas sociales de salud, que enfrentan la desnutrición, la mortalidad infantil males endémicos de las sociedades pobres, así mismo programas de educción: lucha contra el analfabetismo y la deserción escolar, apoyándose en programas sociales con los bonos, al niño, a la mujer embarazada y a los ancianos, que claro está, son paliativos para las poblaciones de más bajos recursos, pero que están destinados a enfrentar grandes problemas de los sectores más vulnerables y que además, no son una novedad en Latinoamérica o el mundo donde también existen programas similares, que ayudan a mejorar los indicadores de salud, educación y servicios . Pero todos sus errores y aciertos los tuvo que ejecutar en medio del conflicto político y social, enfrentando una alta resistencia de las fuerzas de oposición, cuya composición es sui géneris como veremos a continuación.
LOS FLANCOS DE LA OPOSICIÓN
Para iniciar el análisis debemos partir de una primera constatación: El empate catastrófico de los años 2003-2006, tesis de García Linera, entre las fuerzas opositoras, las fuerzas de la oligarquía y las del pueblo, han quedado irremediablemente resuelto, con la victoria del MAS en las urnas, en la elección presidencial y en el referéndum revocatorio de prefectos y presidente y vicepresidente, pero además, en la aprobación de la nueva constitución política del Estado, después de una ardua lucha dentro y fuera de la Asamblea Constituyente. Los sectores mayoritarios del pueblo boliviano, han decidido la correlación de fuerzas a favor de las fuerzas populares, representadas por el Movimiento al Socialismo (MAS) y otras fuerzas aliadas. Fue la acción sistemática de los operadores políticos del MAS que desarticularon al adversario principal, con jugadas magistrales que dejaron a la oposición sin mayores opciones.
No hay duda de que en la coyuntura anterior la balanza se había inclinado momentáneamente a favor de las fuerzas populares que pasaron a la ofensiva a consolidar su victoria y que hoy pasan a la defensiva, cuidándose desde los distintos flancos de posibles ataques, y a la vez atacando cuando el enemigo asedia.
Los ajedrecistas de la oposición, por su parte, desde distintos flancos en los que actúan, buscan el hacer jaque mate al gobierno de Evo Morales, acorralándolo, asfixiándolo, pero el gran problema de las fuerzas opositoras es que como efecto de la anterior partida se hallan dispersas, sin líderes claros, sin fuerzas políticas representativas, ya que todas se hundieron por efecto de su propia inercia de su acción política errática, atinando a sólo articular algunas acciones poco coherentes para desgastar el actual régimen. Esta oposición es muy heterogénea, está conformada por diversos actores políticos y sociales, por operadores políticos del antiguo régimen, militantes de partidos políticos, dirigentes de los comités cívicos y empresarios oligarcas, empresarios medianos y pequeños y amplios sectores populares e indígenas que no se identifican con las ideas de país que plantea el gobierno del MAS. Por el momento a estas fuerzas formalmente las llamamos de oposición, pues en los hechos no pueden oponerse a nada, no tienen el cuerpo, la textura, el vigor para levantar cabeza, no tienen líder visible, no tienen partido o movimiento, Tuto y Costas, le dieron el manotazo final, para dispersas sus fuerzas, así que ahora, actúan hoy cómo David contra Goliat, afinando la korawa para ver si le dan en el ojo ó en la cien al gobierno para tumbarlo, porque en su presencia escuálida no tiene fuerzas, ni para unirse en comisiones parlamentarias. Así que tendrán que vivir un largo periodo o quizá corto, por errores del gobierno, para rearticularse y acumular fuerzas para eventualmente tomar nuevamente el gobierno para proteger el poder que aún hoy detentan, y lo mantendrán en el futuro inmediato o mediato, siempre y cuando consigan su objetivo de desgastar al gobierno de Evo Morales. Pero veamos cuáles son esas fuerzas opositoras.

LA OLIGARQUÍA ANTINACIONAL
Una de las primeras fuerzas en el espectro de la oposición que debemos considerar por su importancia es la oligarquía, esta clase dominante minoritaria, conformada por empresarios privados, ligados al capital transnacional. Estaba descontado que el ataque de este sector, sería frontal, empresarios, principalmente cruceños, comités cívicos y otras organizaciones de los sectores que se beneficiaron directamente, no sólo de 20 años de neoliberalismo, sino de varias décadas de dictadura en alianza desde luego con los E.E.U.U., iban a defender sus intereses a toda costa.
No había la menor duda, de que esta derecha radical y su brazo, paramilitar, las juventudes cruceñistas estarían presentes día a día en las calles, pero esta no es la oposición más dura y predecible a la que el oficialismo debía enfrentar, porque ella actúa de frente y sabe lo que busca, el control de la economía y beneficios extraordinarios para su sector. Esta oligarquía tiene como aliados incondicionales a la iglesia y los medios de comunicación, a través de ellas se despliegan toda una visión de vida, una ideología y una apuesta a la economía de mercado.
La Iglesia, no entendemos porque, pero en todas las coyunturas políticas en Bolivia mantiene una férrea alianza con los sectores de la oligarquía, su anticomunismo a ultranza, su visión jerarquizada de la sociedad, siempre la encontró en la oposición a las aspiraciones de los sectores populares y en este proceso político reciente con mayor claridad, el monseñor Julio Terrazas que fuera un defensor de los intereses del pueblo en su momento hoy marcó para la iglesia una línea de oposición abierta desatando una guerra ideológica en cada una de sus homilías. No hay que negar que en el curso de los años hubieron en la iglesia, sectores que lucharon al lado de su gente, pero ellos siempre fueron minoritarios. Un flanco sumamente duro es el que constituye el cuarto poder, los medios de comunicación. En la Paz salvo el canal Estatal y el canal 4, son los únicos que se manifiestas cercanos al proceso y en parte al gobierno, los demás actúan abiertamente a favor de la derecha, con matices, pero eso queda claro, a nivel nacional la radio Fides y la Panamericana, nunca se muestran de forma imparcial, sino parcializados con la oposición, de tal forma que hacen dudar de la solvencia y el equilibrio de nuestros periodistas en Bolivia, desde luego en los otros departamentos sucede lo mismo, por ejemplo para nosotros debe de estar claro que cuando se cuestiona a la iglesia, callan los que dicen favorecer al pueblo, radio ERBOL, QHANA y otros que funcionan con capitales venditos, así en el momento de la verdad, pocos medios están a favor del pueblo. Y aquí ineludiblemente entra el tema de las ONGs de USAID y otros que trabajan en temáticas ideológico culturales, intentando subrepticiamente formar líderes populares que contrarresten los objetivos de liberación del pueblo boliviano.
Suponemos que el gobierno permanentemente evalúa a estos actores de la oposición pues son foco de posible conflicto, conspiraciones, descrédito que favorecen a la derecha y a los intereses extranjeros. Pero esto lo sabe cualquier hombre sencillo de a pie. Decíamos que el peligro que entrañan estos sectores, es cosa archiconocida, lo que muchas veces olvidamos es que en nuestra historia patria siempre han existido y existen hoy, los de la otra oposición, la solapada, los lobos disfrazados de ovejas, más peligrosos que los mismos oligarcas, actores que se mimetizan con los movimientos y trabajan silenciosa o abiertamente, escondiendo sus verdaderos intereses, de esos tenemos muchos ejemplos, tan solo miremos la historia del PIR en la década del 40 del siglo anterior, que traicionando a las masas colgó al presidente Villarroel, aliándose con la extrema derecha. El otro ejemplo es el del MIR en la década del ochenta, que abandono la UDP fraccionando el frente político luego de haber sido actor principal del descalabro económico, para luego en otra coyuntura aliarse con Banzer. Ellos en esos momentos históricos se mostraron como defensores de los intereses populares y al final salvo algunas excepciones, terminaron por traicionar a los intereses más sentidos del país.
En política, más peligrosos que el enemigo que actúa de frente, son los que actúan subrepticiamente, los que dicen ser aliados o amigos y que en última instancia, conocen las debilidades, el talón de Aquiles del que fuera su compañero de lucha. A esta fracción de la oposición es a la que hay que analizar, pues su comportamiento sinuoso, no garantiza ninguna posibilidad de victoria total.

LOS IZQUIERDISTA DE DISCURSO Y DERECHISTAS DE ACCIÓN
La izquierda señorial en Bolivia fue un remedo de la izquierda internacional, sin embargo, su presencia política fue importante en los procesos políticos, más nunca totalmente decisoria, porque el nacionalismo les gano la partida el 52 y en procesos posteriores sólo vivió idilios temporales siendo rotundamente derrotada por sus propias manías y errores, como lo menciona Filemón Escobar en su libro de confesiones Agustinianas . Hoy la izquierda se ve fortalecida y reverbera a la luz del proceso de cambio, y hasta tiene cooptados espacios de poder en la administración de Morales, que supo tender puentes y generar alianzas, por el momento duraderas pero con serias amenazas de fraccionamiento, como sucedió con el movimiento sin miedo de Juan del Granado, el trigo limpio de antaño.
Pero estos son los peces gordos de la política, aunque sea por inercia, siempre han estado ahí, desde hace décadas, el PCB, el POR, el PS1, el PCML, el ELN involucrados de una y otra manera en los procesos políticos, generando espacios políticos, como la Izquierda Unida, la UDP, proyectos fracasados que finalmente deben dar cuenta a la historia de sus errores y aciertos.
Pero en la vida política boliviana existen actores políticos que son de doble faz, que entrañan un alto grado de peligro, que son los grupos “radicales” de la izquierda que discursivamente defienden los intereses del pueblo, pero sin embargo, trabajaron sistemáticamente durante años para debilitar a las fuerzas sociales, en los momentos claves de la historia de las luchas populares se hicieron presentes, pero con su radicalismo ayudaron a la derrota de J.J. Torres y la Asamblea del Pueblo, a la caída de la UDP y Siles Zuazo, y ahora buscan afanosamente la derrota de Evo Morales, ¿con qué fin?, ¿con qué proyectó?, formar el “gobierno Obrero y Campesino”, consigna que manifiestan desde hace tantos años atrás, bajo una ortodoxia rayana en lo absurdo, pero que sin embargo, capta seguidores en pequeños sectores de maestros, que tienen como propuesta educativa, cuidar su escalafón y su nivelación salarial, o en sectores universitarios de clase media que se divierten jugando a la revuelta-revolución, mientras el cadáver de la historia patria pasa por sus narices.
Este es un sector de historia sui generis porque siempre salió despachado de los procesos revolucionarios del mundo y en Bolivia lo propio, pero es una piedra en el camino, aunque no formalmente, este movimiento es aliado de las oligarquías y de los intereses extranjeros, debido a su intransigencia que no le permite buscar caminos, sino cerrarlos.
En su momento para derrocar al gobierno de la UDP y cuestionar a todo movimiento social de liberación, a título de impulsar una revolución auténtica, estos movimientos trotskistas, en periodos electorales votan en blanco favoreciendo a la derecha, rompen la unidad en cada movimiento social radicalizando posiciones, mientras el grueso de los movilizados busca soluciones, ellos permanentemente empujan a la guerra total y en las mismas movilizaciones se los ve iniciar el combate empujarlo hasta el abismo y luego escaparse, dejando a las masas huérfanas. Estos grupos agazapados en las universidades y las confederaciones y federaciones del magisterio en este proceso identificaron a Evo Morales como el enemigo principal, pidiéndole medidas maximalistas, como salario mínimo de 5000 Bs. Y otros, propuestas nada serias y desquiciadas que nadie podría cubrir, en realidad lo que buscan con la consigna es destruir el “Estado Burgués”. Las medidas maximalistas de hace 50 años son: salario mínimo vital con escala móvil y cogestión mayoritaria en las empresas, gobierno obrero y campesino. En su miopía sociológica y política, en la actual coyuntura buscan desgastar al régimen, debilitar al gobierno y trabajando secretamente para la derecha y el imperialismo, sino ¿cuál seria su apuesta política hoy?..Es fácil comprender este accionar mirando su participación en distintos procesos políticos, dicen plantear una revolución social, pero en los hechos su acción directa de masas, un motín, un discurso, una huelga de hambre, siempre esta acompañado de un fracaso.


LOS INDIGENISTAS, INDIANISTAS RADICALES
En la matriz ideológica indianista generalmente se suele manifestar que no son de derecha ni de izquierda, no son liberales, ni marxistas. Sin embargo, en los hechos al interior de los indianistas existen posiciones políticas muy divergentes. Esta la posición de Fernando Untoja y Walter Reynaga, que para mi gusto es ultraliberal, esta la posición de V.H. Cárdena y Alejo Veliz, y, que con su discurso demócrata y su acción política se ubica en el centro, suele ser conciliador y respetuoso del orden establecido. Por el otro lado, se hallan los indianistas aliados a la izquierda, que apuntalan este proceso y los indianistas de más radicalismo, Qonamaq, el MIP liderado por Felipe Quispe y el sustento de sus intelectuales, incluso disidentes o expulsados del proceso como Félix Patzi y otros.
Lo evidente es que tanto los indianista liberales y los indianistas de centro y radicales hoy forman el grueso de la oposición política al actual régimen que dice representarlos, queda claro que el gran problema de las distancias entre los mismos indígenas no se han solucionado desde la misma conquista, en la que unos resistieron al imperio español y otros fueron sus aliados, a través de estos líderes, sus caciques que prefirieron el gobierno del extranjero al del Inca. Lo propio sucedió en los siglos posteriores, por ejemplo, con el movimiento del Zarate Willka y otros hitos históricos de los siglos XX-XXI. (Choque, 2010)
En esta nueva historia del indianismo que se dice heredera del pensamiento de Fausto Reynaga, se evidencia la lucha de fracciones, Ayar Quispe, diría la pugna de indio contra indio. Por ejemplo Alejo veliz no contento con haber sido diputado por varias gestiones representando a Cochabamba habiendo dejado la pobreza, hoy actúa como el comandante cero , que genera problemas al gobierno actual, no importando si ellos hubieran sido sus aliados en luchas anteriores. Por otra parte Felipe Quispe se muestra más inteligente y cauto en estos momentos, él sabe que su liderazgo depende de una línea clara, el hecho de haber quedado cuestionado por el electorado lo deja mal parado, así que actúa con bajo perfil buscando entender el proceso, comprendiendo que sus fuerzas sociales deben vivir un proceso de acumulación de fuerzas, pues una ofensiva hoy contra Evo Morales le sería contraproducente, hasta lo podrían chicotear en Achacachi donde hoy controlan los ponchos rojos, y él mismo, como político sabe, que un error político lo sepultaría y quedaría como el traidor del mundo aymara. Sin embargo, una oposición a voces de los sectores indianistas existe hoy y su labor es cada vez más dinámica, intelectuales indígenas sin cargo en el actual proceso organizan foros, seminarios, congresos y todo tipo de eventos, donde se insulta, se ataca, se desprestigia, se lo trata como a un monigote a Evo Morales y se ataca a Alvaro García Linera, esta oposición habla fuerte, sin muchos efectos, lo que no han logrado hasta hoy, es diferenciarse discursivamente de la derecha más radical: La derecha critica el entorno de Evo, ellos repiten al unísono lo mismo, la derecha criticaba la ropa de Evo, ellos publicaban lo mismo en su medios escritos, la derecha critica la compra del Avión y del satélite Tupac Katari, ellos lo hacen en los mismo términos, parece que alguien les diera el libreto, les pasara el itinerario, lo cierto es que estos sectores discursan mucho sobre la identidad y no muestran esa identidad en sus declaraciones, en sus discursos, en su visión política, en sus hábitos de conducta, su lenguaje Oengista que es característico, critican a los q’aras nacionales, pero se pavonean felices en eventos con los gringos, reciben plata de los gringos, ese es su accionar político. Habría que preguntar a estos sectores, ¿cuáles son sus propuestas de país? ¿Creen que después de Evo volverá un indio al poder? ¿Si ayudan tan efusivamente a la derrota de Evo Morales hoy, qué ofrecen a cambio?.

LA CENTRAL OBRERA BOLIVIANA.
Otro flanco, aunque más débil es la COB, por lo menos por el momento, dirigida por Pedro Montes que ha demostrado a la fecha energía pero no claridad, del papel que ella desempeñe en el fortalecimiento del proceso de transformación social en Bolivia depende el futuro no solo de este gobierno, sino de las esperanzas del pueblo. Una COB equivocada, será lapidaría para las aspiraciones de cambio en el país.
Estos frentes, más las juntas vecinales de los barrios, son las probables quinta columna de este nuevo proceso, porque no identifican con claridad los objetivos nacionales o plurinacionales como ahora es el Estado, al interior del movimiento nacional-popular, hay una gran complejidad, la mayor parte de los sectores apuntan a sus intereses de grupo, a sus intereses sectoriales y pocos están jugándose el pellejo por un cambio general. Hay que estar atentos a ver por donde comienzan las fisuras, para identificar a los agentes de la derrota, porque los que hacen política tienen responsabilidades históricas, si los partidarios de la izquierda nacional comienzan a zafarse del bulto, se los debe identificar, así como a los indianistas, que hoy están viviendo el momento más álgido de su historia, una eventual derrota del proceso apoyada por ellos no sólo mancharía a Evo Morales, al gobierno, sino al proyecto indígena nacional y continental, muchos sabemos eso.

Conclusiones
Los flancos de oposición que debe enfrentar este régimen muestran la complejidad política que tiene que enfrentar una gestión gubernamental en Bolivia, no sólo enemigos externos que por lógica buscarán que a una gestión le vaya mal, sino por enemigos internos que en Bolivia tienen diversos intereses de clase, de región y de etnia. La oposición en Bolivia por definición es destructiva, no opone propuesta a los proyectos de cambio, lo que hace es poner zancadillas al adversario sin importarle el bien común o los intereses nacionales, esto se ha visto últimamente con la fuga de las ex autoridades y el apoyo de otros países a los mismos desprestigiando a nuestro país.
Bibliografía
Almaraz, Sergio. Réquiem para una República, Amigos del Libro, La Paz
1988
Arze, René. Participación popular en la independencia, Quipus, La Paz
1982

Choque, Roberto, y Cristina Quisbert. Lideres Indígenas Aymaras: Lucha por la
2010 defensa de tierras comunitarias de origen, ed. UNIH-PAKAXA

Tapia Luís.“Los movimientos Sociales, movimiento societal y los no lugares de
2002 la política” en Raquel Gutiérrez y otros, Democratizaciones
plebeyas, ed. Muela del Diablo, La Paz

Lazarte, Jorge. Movimiento Obrero y procesos políticos en Bolivia: Historia de,
1989 La COB (1952-1987), ed. ILDIS, La Paz.
Reynaga, Fausto- Tesis India, La Paz.
1971(2006)
Zavaleta, René. Clases sociales y conocimiento, Amigos del Libro, La Paz.
1988.

sábado, 9 de julio de 2011

LA MINERIA EN BOLIVIA

HISTORIA Y LITERATURA MINERA EN BOLIVIA

Por: Ramiro Fernández Quisbert



Escribir sobre la historia y la literatura minera es todavía una asignatura pendiente en Bolivia. Algunos años atrás en este afán, escribí un texto sobre la formación del proletariado minero en el país, en el mismo utilicé fuentes económicas y sociales, como es normal para este tipo de estudios, pero también emocionado y comprometido con el tema incluí fragmentos literarios, como mi docente tenia una formación Anglosajona en la historia económica, leyó mi texto con desdén y eliminó de cuajo las citas literarias, como se compredera yo quedé molesto y con sabor a poco. Hoy que no dependo de la censura de nadie, sino del furtivo lector, me lanzo a escribir estos opúsculos y los boto al viento tan sólo con el afán de ver volar mis ideas, recrear los sueños de los míos y comentar las mil y una noches de angustias cuando mi padre se encontraba en interior mina sorteando peligros y haciendo grandes esfuerzos en este arduo y duro trabajo en los socavones de Tiquimani, Songo, Colquiri y Teoponte, que me vienen a la memoria con cierta intensidad, labores que finalmente le costaron la vida.

El sino de mi historia personal me permitió recorrer una gran parte de las minas de Bolivia, por uno o por otro motivo, de residente o de visitante, en tiempos de vacas gordas y en tiempos de vacas flacas, estuve en sus campamentos o en sus parajes. Un día llegué ya adulto, al Cerro Rico que había vuelto locos a los europeos y había devorado a tantos indios laboriosos que explotaron la plata para el mercantilismo en auge y el naciente capitalismo salvaje y azorado entré al paraje de Pailaviri en las entrañas del Potoxsi, el guía me mostró los socavones coloniales, en ellos imaginé a los mitayos cadavéricos arañando la tierra, trabajando en medio de la luz tenue de las velas de cebo, picchando coca y ofrendando sus vidas al tío de la mina. Al bajar en la jaula (ascensor) los niveles de los socavones se me estremecieron, el alma y el cuerpo, reconocí aromas y edores de mi infancia, el miedo, el anfo, la guía y mecha de la dinamita, el nitrato, el olor a copajira y el fétido carburo. La brisa caliente y fría me azotó el rostro, el sopor me subió hasta la punta de los cabellos, la humedad y la copajira se fundieron para expandir al viento el olor a mina, fue ahí que se hizo un nudo en mi garganta, me tope con un padre y un hijo trabajando en un mismo rajo y en mi interior celebré no ser yo ese hijo y sólo haber sido el niño que solía correr jugando al minero con la lámpara de su padre que debían recargar para el siguiente día en la lampararería y que andaba con sus botas gigantes llenas del barro fétido de la mina. Fue ahí donde comprendí, la realidad y la surrealidad de la vida de los mineros, su historia, sus mitos, sus frustraciones y esperanzas.
Al visitar el gran Chorolque, en sud Chichas, compartí el piccheo con los mineros que trabajaban a 4000 y hasta 5000 msnm y periódicamente bajaban a descansar al hospital, como astronautas de transbordador, al valle de Quechisla, para no colapsar con presión alta o poliglobulia. En periodo de huelga minera compartí con ellos la lucha como universitario y actor titiritero y eventualmente de teatrero, en Tatasi, Fierro 1, Siete Suyus, Telamayu, Ánimas, San Vicente, Santa Ana, Portugalette, Porco, Atocha, en tiempos de relocalización me acerqué a ellos en San José, Huanuni, Llallagua y Catavi e hice incursiones llenas de aventuras en Caracoles, caminando por túneles misteriosos de mina Argentina a Pacuni e irrumpí en la vida de los mineros de la Chojlla al llegar por el camino prehispánico del Takesi. Se me cayeron las lágrimas cuando converse de los campamentos fantasmas con un exminero en Tupiza. Ellos me aleccionaron en el arte de lavar oro en las chuas del Guanay y El Kakka bajando a Teoponte, y mirar asombrado como las transnacionales con sus dragas se devoran la tierra y dejan canteras y se llevan nuestro metal precioso.
No me es fácil cabalgar entre la historia y la literatura y me atrevo a señalar el camino a otros que miren con más imparcialidad la vida de los mineros que en parte es mi propia vida.

La historia hecha ciencia, con el dato frío y objetivo, las estadísticas de producción o no producción, el recuento de los muertos en masacres y las luchas mineras. La Literatura con su palabra viva, apasionada, alucinante, incandescente volcada en la novela, el cuento o la poesía que nos habla de misterio, sueño y mito. Alli donde lo real y lo irreal no tiene límites claros los encuentros entre la literatura y la historia son vivificantes, más aún si se tiene una veta pletórica de historias colectivas salpicadas de infinidad de pequeñas historias, testimonios de vida, de hombres sacrificados hasta la proeza o de palliris que mascan el mineral con su hambre de siglos.
La vida de los mineros es un rico filón para los magos de la palabra, una rica veta y singular venero para los incansables buscadores de la verdad, literatos e historiadores dispuestos a testimoniar sobre la existencia de hombres que por necesidad de sobrevivir se ven envueltos por la oscuridad, el polvo y la miseria al
interior de lóbregos socavones, pero que además de crear riqueza en condiciones infrahumanas, crean vida a su alrededor y permiten vivir a toda una nación.

Por ello debe extrañarnos la escasa producción de material bibliográfico sobre las minas de nuestro país, cosa mencionada incansablemente por varios escritores.
Podemos mencionar la maravillosa obra de Jaime Mendoza " En las tierras del Potosí" o la obra de Guillen Pinto "Mina" sobre la Chojlla en el periodo prerevolucionario del 52, "Socavones de Angustia" de Fernando Ramírez, o el “Metal del Diablo” del Chueco Céspedes, o los cuentos recogidos por René Poppe, "Narrativa Minera Boliviana". Pero no podemos olvidar que estas obras captan la esencia de la realidad de las minas, la vida cotidiana, pero los conflictos sociales la historia, fuera de la producción académica , han sido recogidos y recreados en testimonios de los actores directos, los mismos que se muestran palpablemente en los libros escritos por Ignacio López Vigil " Una Mina de Coraje", o "Arriesgar el pellejo" de Coco Manto, no menos interesante, “El testimonio de un militante obrero” de Filemón Escobar, o "Si me permiten hablar" de Domitila Chungara, “Nos hemos forjado así: al rojo vivo y a puro golpe”, que recoge los testimonios de las amas de casa de las minas. Todas estas obras están salpicadas de las biografías de dirigentes mineros como Federico Escobar, Cesar Lora, Isacc Camacho, Irineo Pimentel, Artemio Camargo y de las mujeres que derrotaron el Banzerismo con su huelga de hambre el 78, y tantos otros dirigentes que sirvieron a su clase en las buenas o en las malas, honor y gloria a todos ellos.

La vida de las familias mineras vista desde la realidad y la ficción, entre lo mítico y lo metafísico de la literatura, entre el hecho histórico frió, y el relato creativo que se recrea en canciones que cantan versos lastimeros y otros de lucha a fuego y dinamita, en este mundo de ensueños he visto mineros subir a volquetas y colectivos para llegar hasta las ciudades y los he visto marchar incontables veces en busca de reclamar sus derechos, en medio de canciones en coro, quien sabe para darse valor en los momentos de enfrentar a la represión, sabiendo quizá que sería el último viaje de su vida:
"Pañuelito blanco tendido en la playa
vivir prisionero ese es mi destino" (interpretes: los Antawara)

"Para el minero no hay justicia,
para el minero no hay perdón,
mas bien tratan de aplastarlo,
sin tenerle compasión"(Interpretes: Sabia Andina)

“han matado a mi padre por que será,
han matado a mi padre
en la noche de San Juan” (Interpretes Los Montoneros de Méndez)

“No son amas de casa
Son Armas de casa” (Interprete: Luis Rico)

Los Mineros Volveremos (Interpretes: Sabia Nueva)

Vivir en vilo, esa siempre fue la emergencia de la vida minera, por ello una obra significativa resumía esta realidad: "Comemos de las minas y las minas nos devoran", así había intitulado uno de sus libros June Nhas, y esta frase tiene mucho de verdad, pues la minas bolivianas pulmón de la nación devoraba vidas minuto a minuto, ya por el aiza, ya por la silicosis, o por las malditas masacres por reclamar mejores condiciones de vida, como lo describe Almaraz en su texto sobre los cementerios mineros en su requién para la república.

Nada más grotesco, que ver hoy las imágenes de los barones del estaño codeándose con la realeza europea, hasta el matrimonio con verdaderos príncipes en fracaso, gracias a tanta riqueza generada por los pulmones de los mineros, esto desde luego es literario y el Chueco Céspedes lo recreo en su “metal del diablo”. En velorios o reuniones ocasionales todavía aun los ex-trabajadores mineros relatan anécdotas, acontecimientos, hazañas dignas de las mejores plumas para recuperar la historia o la literatura, relatos que no se agotan en lo político o en los conflictos sociales, sino que se insertan en un ámbito más amplio que es " la cultura minera" que construyó identidades, produjo arte, danza, música, literatura, pintura, mito, chisme, la presencia del factor étnico, nos habla de la inserción laboral de los indios a las minas, del norte de Potosí, aymaras y quechuas de la región de Macha, de Cochabamba en tiempo de crisis en Catavi, siglo XX, lo propio en las mimas paceñas en Caracoles y Colquiri, pero además de una gran cantidad de mestizos que se movilizaron desde distintos puntos del interior del país e incluso de países vecinos. Cultura minera, irradiada a las ciudades, de Oruro, Potosí, Cochabamba, La Paz, El Alto, a ciudades intermedias como Tupiza, Llallagua y al Chapare, así como en el área rural aledaña donde se halla la población minera.

Los campamentos mineros dejan chiquitas las curiosidades de Macondo o Luvina , pues destilan magia difuminada en los incontables socavones, ingenios, parajes, colas y desmontes, ranchos o pulperías y cementerios. Cuantas asombrosas leyendas emergen de las entrañas de la tierra, sobre las fechorías o bienaventuranzas del Tío o del Chiru-Chiru, el Nina Nina, El Koya loco, la viuda negra o el Chuquircamir Bernita. Aún no se han recogido los relatos de los campamentos fantasmas que ha creado el cierre de minas del gobierno del mono en 1985 y la relocalización (despido) de más de 20.000 mineros y las masacres en Amayapampa y Capasirca de los gobiernos neoliberales, ni los enfrentamientos entre hermanos mineros en Huanuni y de miles de historias de familias que migraron a donde pudieron pero que dejaron sus casas sin techos y sin ventanas y sin puertas. La historia de algunos mineros arrojados que no quisieron desprenderse de la tierra y el mineral e ir a deambular a las ciudades de limoneros y mercachifles y desidieron compartiendo con el silbar del viento y el polvo que recorría las calles vacías del campamento, quedarse y tuvieron el valor de inventarse su trabajo construyendo sus cooperativas enfrentando a todo designio de los gobiernos de turno.

Trabajando en los gélidos socavones del Chorolque o los calientes y pequeños parajes del Guanay, en los misteriosos parajes de la Gaiba y en los ardientes contrafuertes del poderoso macizo de hierro del Mutún, en los cuatro puntos cardinales de la patria, la vida de los mineros dejó su marca indeleble en la historia, pero en medio de tanta angustia y sacrificado esfuerzo, no podemos negar que la felicidad, la alegría también golpeó su puerta, la risa, la burla, la fiesta, la aventura, el amor, la picardía, la bohemia y la sin razón, tenían y tienen un lugarcito privilegiado, los sueños de libertad, de un mañana mejor siempre estuvieron, están y estarán presentes en el espíritu de los mineros, tan echado de menos en algunos escritos que solo muestran melancolía, sombra y dolor y no luz y asombrosa entereza y claridad.
Quizá ha llegado el tiempo de recoger este legado, recuperar la memoria corta y larga de los mineros, recrear las vivencias y transmitir a las otras generaciones su mensaje de esperanza. Hoy es el tiempo, de recoger testimonios orales, de impulsar investigaciones, recuperar la historia de los verdaderos protagonistas y no sólo proteger documentos, fotos, mapas, materiales, construir museos, para hacer una historia oficial de gabinete, es necesario escribir de los pueblos mineros, de su gente, cuentos, poesías, novelas para recrear el pasado, comprender el presente y proyectar el futuro. Por designio del destino, este pueblo fue minero, minero es hoy y seguirá siendo minero en el mañana.
Para dar un paso al frente en esta tarea y no quedarse en el discurso rimbombante, te ofrecemos una bibliografía básica de estudios históricos, sociológicos, técnicos y económicos y desde luego producción literaria sobre la mina y los mineros en Bolivia, para allanar el camino e ir al encuentro de ellos con prontitud.


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HISTORIAS AMAZÓNICAS EN BOLIVIA II

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