LA CARRERA DE HISTORIA DE LA UTA UNA EXPERIENCIA EDUCATIVA INTERESANTE

Hace un mes atrás deje de ser el Director de la Carrera de Historia de la Universidad Indígena Tawantinsuyu, estuve en la misma casi en dos gestiones y en ese tiempo pude vivir una experiencia educativa interesante. La Carrera de Historia con orientación indígena en la Universidad desarrolla sus actividades académicas los dias Sábados y Domingos, los estudiantes que alli partciparon y hoy participan, inicialemente tenían origen rural, hoy son más urbanos, en un primer momento las clases se llevaban acabo en la localidad de Laja lugar donde fundaron la Paz los españoles por primera vez en 1548, luego se desplazó a la ciudad de El Alto. En el tiempo que participe, primero en Laja y luego en el Alto, pude vivir experiencias muy aleccionadoras, las mismas que me sirvieron para abrir la mente al ámbito de los saberes interculturales, plasmado en su curricula con fuerte contenido indígena, aunque el mismo se halla en cosntrucción se puede avisorar un mejoramineto en su calidad, si se le hacen algunos ajustes académicos que le permita flexibilidad en el contenido discursivo, que suele ser aveces muy cerrado, frenando en muchos de los casos el desarrollo del conocimiento, al anclarse en simples discursos de intenciones de cambio y no de generación de conocimiento. Vengo siguiente diversas experiencias educativas, desde aquellas estudiadas por Roberno Choque en sus historias de Educación Indigenal a principios del siglo XX hasta la mayor de ellas la experiencia de la Escuela Ayllu de Warisata, que me parece la más auténtica, pasando por otras experinecias que son demasiado eclécticas en sus planteamientos pedagógicos y la experiencia educativa de la UTA y de la Carrera de historia es una verdadera alternativa que por el momento es echada de menos por las necesidades económicas de la institución que le hace quedarse en el mero imitar de las otras universidades del sistema, que dan mucho énfasis a las carreras de Derecho que está saturada en el mercado o la de ciencias de educación, tendremos que esperar el salto de la universidad cuando comprenda que la vía real de su existencia es la historia indígena a la que tiene que apuntalar para permitir la recuperación no solo de la historia indígena en nuestro país, sino una autentica recuperación de las culturas ancestrales y no una simple mediación cultural como hacen las universidades del sistema dominadas por paradigmas occidentales, convirtiendo en folklore todas las actividades y valores étnico cultural indígenas al estilo norteamericano con sus reservaciones de indios, abrá que andar con paso firme en ese camino, esta experincia educativa, en mi gestión la vivos enriquecida por las visita de Nefubea representante afro en países europeos, de los hermsnos Kuna dirigidas por Briceida de Panamá y Camilla de Italia, que nos permitió de alguna manera no ser sólo interculturales entre nosotros sino con gente que llega de otras latitudes. Camilla que precisamente estudiaba estas experincias educativas a nivel de Bolivia, estuvo muy interesada en conocer la experiencia de la Universidades indígena y sus cambios de enfoque, seguro de lago le sirvió el conocer estas aulas y sus actores. No abrá que olvidar a estudiantes brillantes de la carrera como el abogado Jesús Gonzales que en Paz descanse, militante indianista de sepa seguidor inveterado de Fausto Reynaga, a Florentino Cáceres comunicador Aymara, un verdadero mentor de las juventudes indígenas, un amauta en la verdadera extensión de la palabra por su sabiduria y su humildad al compaertir sus saberes, además de los jóvenes que con tanta inquietud impulsaron la publicación de la Revista Qamasa y que con sus propios medios logramos llegar a la publicación física el caso de la revista número 1 y en linea la nº 2, que tiene hoy bastantes lectores, con todos estos ingredientes y con el apoyo permanente de los colegas: el historiador Germán Choquehuanca, el cientísta Político Hugo Vega y los Historiadores Juan Jauregui y Luís Oporto, además de los docentes que no los nombro por no olvidarme de alguno, es que esta experiencia se llevo a buen término, pues logramos que egresen los primeros 6 historiadores y sólo esperamos que los egresados nos inviten a la defensa de sus tesis que ya están avanzadas, con las que quedaremos con la satisfacción del deber cumplido con una nueva generación de historiadores que tienen nuevas busquedas y no están contaminados de viejas prácticas profesionales de élites que le hacen mal a la profesión.